un secreto y una clave extra...

Queridx amigx,
Te voy a contar un secreto…

Y es que el ebook gratuito «Descubre las 10 claves para salir de fiesta de un modo más consciente» estuvo a punto de no salir.  El lunes después del fin de semana del Sonar tuve una crisis que flipas…
Llevaba todas mis rutinas y todos mis hábitos super bien desde hacía muchos meses, desde Octubre ni siquiera había bebido una gota de alcohol para estar de fiesta, y estaba saliendo a muerte y pasándomelo super bien sin necesidad de anestesiarme, sintiéndome en ese estado de Flow que una se siente cuando hace lo que ama y es coherente consigo misma. 

Sin embargo, el finde del Sonar pasaron una serie de cosas que me llevaron a traicionarme a mi misma.  Quien marca los límites eres tu misma, y esto va de ser capaz de valorar lo que es más sano o conveniente para ti.

Como te explique en el ebook, creo no se puede vivir siempre “alerta”. Estar siempre en ese estado al final lleva a más descontrol.

Pero…
!!Es indispensable tener ciertos mínimos!!

Esto te lo explico en el ebook, en el apartado “Cálculo no es control”, si no lo has leido, ves a descargarlo aqui

Ese día sentí muchas emociones que me desbordaron. Por un lado, euforia por conectar con otras personas en ese ambiente festivo, y por otro, cosas que me pusieron de los nervios (pero mal…) y me hicieron perder el sentido de territorialización.

Este concepto me lo compartió un buen amigo hace poco, y me encanto.
Probablemente en el futuro profundizaré más en él.

Es un concepto que existe en filosofía. Se pueden territorializar muchas cosas: terrenos físicos, objetos, cosas materiales, pero también conceptos, ideas, etc.

Tu cuerpo físico y energético es una de ellas en ambos sentidos. Digamos que tu cuerpo es tu territorio, tu lugar sagrado, es como tu casa.

Imagínate que estás ahí tu tan tranquila en tu casa y llaman a la puerta.
Cuando la abres te cae un montón de basura, ensuciándote a ti y a tu espacio.


Tienes varias opciones.

Puedes coger esa mierda, meterla en tu casa y quedártela, haciendo que todo tu espacio este sucio y maloliente…

O puedes coger esa mieda, barrerla hacia fuera de nuevo, y limpiar la casa y ducharte de inmediato para que todo vuelva a estar limpio y ordenado.

¿Quieres saber cual es la “buena” opción?

Evidentemente, y siempre en mi opinión, la opción buena es la segunda.

Pero muchas veces, en la vida nos quedamos con la primera. Nos quedamos con la mierda de los demas, con la mierda externa, y la hacemos nuestra.

Eso hice yo ese día…

Sucedieron cosas que yo no podía controlar que me pusieron muy triste y de muy mala leche a la vez, y en lugar de pensar que esa mierda no era mía y barrerla a la calle, me la quede y deje que ensuciara mi casita.
Y ello me llevo a saltarme muchas de las cosas que te proponía en el ebook…

Imagínate como estaba el lunes…
Me sentía una farsa absoluta, y mi juez interno me decía que lo mandará todo a la mierda,y que no mostrará todo lo que hábia recopilado en el ebook por que no era digna de tu atención. 
Y aquí te voy a dar una clave más de regalo:
Rodéate de personas que te nutran, te alimenten y te ayuden a crecer.
Que te apoyen y no te juzguen cuando te equivocas o no eres perfecta.
A las que les expliques tus sueños y tus anhelos y suspiren contigo por que los consigas.
Que se alegren de tus logros incluso más que tu misma.
Que quieran ver al ser mas expansivo e infinito que eres, y no se conformen con la visión limitada y adulterada que solemos mostrar…
A los que les digas que la has cagado, y que eres una farsa, y te miren a los ojos y te ayuden a salir de ahí por ti misma.
Esas personas me hicieron ver que no era una farsa, si no todo lo contrario.

Porque, aunque me hubiera saltado los limites que me había marcado, al día siguiente volví a mis rutinas, a mi yoga, a mi alimentación consciente, a mi puerto al que siempre quiero volver.
Porque cuando me desperté el domingo lo primero que hice fue coger mi cuaderno, e intenté comprender conmigo misma por que lo había mandado todo a la mierda puntualmente, pero por que valía la pena volver a poner las cosas en orden de nuevo.

A todas esas personas, les doy las gracias por existir, por mostrarme ese espejo en el que ellos me ven y por hacerme comprender día tras día que no se trata de ser perfecta, se trata de ser feliz.

Y como ellos me aman a mi, yo a ti también te amo como eres
Alba

Compartir!